Bienvenido/a, espero que estas líneas te sirvan para conocerme un poco mejor y sobre todo, para poder decidir si soy yo la persona que te gustaría elegir como acompañante en tu proceso terapéutico personal.

Antes de nada quiero darte la enhorabuena, sí, sí, la enhorabuena por empezar a buscar soluciones a eso que te está pasando a ti o a alguna persona cercana que te importa mucho. Tomar conciencia de que nos pasan cosas y que estas nos generan malestar, ya es el primer paso de tu camino hacia el cambio.

Lo primero que me gustaría compartir contigo es que he tardado varios días en escribir estas líneas que estás leyendo ahora. Me ha llevado tiempo pararme a pensar en ¿Quién soy? ¿Cómo soy? ¿Qué ofrezco? ¿Qué me diferencia de otros profesionales? Definir una marca personal lo llaman los que saben…Y ¿sabes por qué me ha costado hacerlo? porque no dedicamos el tiempo necesario a pensar acerca de cómo somos, qué necesitamos, qué sentimos, cuáles son nuestras potencialidades o nuestras limitaciones, qué nos gusta o apasiona…

La curiosa paradoja es que cuando me acepto a mí mismo/a puedo cambiar.

Carl Rogers

Esta vida loca, con prisas y tareas múltiples no nos lo pone nada fácil. Pues bien, dicho esto, ya sabrás que no soy perfecta y que, al igual que tú, soy humana y tengo cosas que aprender y mejorar constantemente. En eso consiste la vida, ¿no crees? Todas las personas debemos dedicar tiempo al autoconocimiento y al autocuidado, para poder conocernos mejor y tomar conciencia de aquellas cosas que nos hacen daño y deseamos cambiar para poder ser un poco más felices.

Ahora que me he sincerado un poco, te voy a contar de manera resumida mi trayectoria profesional.

He tenido la suerte de poder trabajar, tanto en el ámbito público como en el privado, durante más de 16 años, lo que me ha brindado la oportunidad de conocer a personas muy diversas con distintas vivencias y por tanto, necesidades. Dicha trayectoria me ha enriquecido muchísimo, no sólo profesionalmente, sino sobre todo a nivel personal.

La terapia es un proceso bidireccional en el que ambas partes crecemos y aprendemos algo.

Con todo lo que te he contado hasta ahora, y aún no te he dicho lo que para mí es el factor clave y diferenciador para que todo o nada funcione en el contexto terapéutico.

 

Pues ¡ahí va!: por mucha excelencia profesional que se tenga, nada tendría sentido si no se establece un buen vínculo terapéutico entre paciente y terapeuta donde prime la honestidad, el respeto, la confianza, la confidencialidad y la cercanía.Donde puedas sentirte libre para hablar de tus emociones, de tus sentimientos y/o pensamientos sintiéndote validado/a. Donde nadie te juzgue, sino que te ayude a colocar las piezas del puzle que, a veces, no encajan.

El trabajo terapéutico es un trabajo conjunto donde yo me comprometo a acompañarte hasta los lugares menos conocidos y profundos de tu historia, iluminando parte de tu viaje para que seas capaz de encontrar tu propio camino de vuelta. 

Yo pongo la luz, tú pones las herramientas personales para conseguirlo. Prometo no soltarte de la mano hasta que seas capaz de verlas. Muchas veces ya tenemos los recursos personales necesarios, pero llevamos tanto tiempo sin utilizarlos que no los recordamos, o incluso nos han cuestionado su utilidad tantas veces, que llegamos a creer que no sabemos cómo hacerlo y nos sentimos incapaces. Ahora que me conoces un poco más, si quieres, puedes seguir leyendo sobre mi forma de trabajar, así como mi formación académica y profesional.

Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros para obtener estadísticas sobre los hábitos de navegación del usuario, mejorar su experiencia y permitirle compartir contenidos en redes sociales. Puede aceptar o rechazar las cookies.    Más información
Privacidad